El cenote Ik Kil está cerca de las ruinas mayas de Chichén Itzá, en la carretera a Valladolid, en la península de Yucatán.
Fue considerado por los Mayas como un lugar sagrado en donde practicaban rituales para honrar la vida, la muerte y el agua.
Además es el hábitat perfecta para una gran variedad de aves silvestres, como tucanes, loros, cenzontles, cardenales, cazadores de moscas, entre otras muchas especies.